El Tepezcohuite es un árbol de porte mediano, tiene su origen en Sudamérica y también en el sur de México, específicamente en Oaxaca y Chiapas, y es considerado una especie endémica.
En la época prehispánica se le llamaba “tepezcuahuitl”, y llamaba mucho la atención por sus maravillosas propiedades para sanar la piel. En náhuatl su significado es “árbol del cerro que sangra”, ya que su extracto es rojizo (tepus: fierro; cuahuitl: árbol). En la actualidad se le conoce como “el árbol de la piel”. Tradicionalmente, se molía en polvo y luego se formaba en una pasta que se aplicaba a la herida.
Propiedades cosméticas:
• Limpia y regenera la piel, • Ayuda a combatir infecciones cutáneas y el acné. • Se usa en el tratamiento de quemaduras. • Para tratar el pie de atleta. • Suaviza la piel, sobre todo se usa para la piel áspera de los pies. • Tratamiento bucal. • Fortalece el cabello. • Para los bebés. Ayuda a proteger la piel de la irritación del pañal. • Elimina manchas en la piel. • Antiinflamatorio y antibacteriano. • Repelente de insectos: alto contenido de taninos, saponinas, arabinosa y lípidos. • Es cicatrizante, regenerativo y venotónico, es decir que activa la circulación sanguínea en las venas y capilar. • Promueve la hidratación en la piel: por su contenido de aminoácidos (lisina, tirosina, arginina, leucina y valina) ayuda a que la pérdida de agua a través de la piel sea menor manteniéndola hidratada y suave por más tiempo. • Tiene propiedades reafirmantes y antienvejecimiento por su alto contenido de taninos • Por sus propiedades astringentes ayuda a disminuir el tamaño de los poros, a controlar la producción de sebo de la piel a regularla, es el activo ideal para pieles mixtas y grasas